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jueves, 20 de agosto de 2015

Luz, silencio.


Pretendo que verte feliz sea mi único propósito,
que la única meta del día sea tu sonrisa.
Que ver caer el sol cada tarde intuya tu silueta frente el mar,
e ilumine tus ojos.

Me gusta el olor del periódico cuando lo lees en fin de semana,
que te guste cocinar para mí,
que sonrías cuando te despierto al despertarme.

Pretendo que la unión de los lunares de tu espalda formen la constelación más buscada,
que los mosquitos no saboreen todo tu dulzor,
que las olas del mar te quieran abrazar para soltarte con cariño.
Me gusta que su sal se quede en tu barba después de luchar contra ellas,
que tomes dos cafés en el desayuno,
que la cerveza fría sea para compartirla siempre conmigo.

Pretendo que alcances tus sueños,
que lo más lejos que me dejes estar aún sea cerca,
que el sofá nos espere a los dos.

Me gusta que me hables de la luz de todos los rincones que visitamos, 
que te rías con mis muecas, 
que pueda verte todos los sentimientos; que sepas vérmelos a mí.

Pretendo que el silencio sea nuestro,que lo uses a tu antojo;
que me mires mientras duermo y me retires el pelo de la cara para aguantarme la mirada cuando abro los ojos.
Que tu única meta del día sea mi sonrisa, 
que tu único propósito sea verme feliz.




Nos bañamos en el mar, en una cala escondida
me tumbé en la arena
fina,
abriste una cerveza
fría,
y besaste mis gotas de sal.





jueves, 15 de enero de 2015

Su silencio



Yo en pijama, él en camisa.
Así pasamos los fines de semana.

Caen besos de punta y nuestro refugio son las sábanas,
para dormir sólo lo justo y soñar despiertos;
siempre fue más bonito que cerrar los ojos y no ver cómo respira mientras duerme,
o cómo me hace reír hasta que duele,
como duelen los domingos sin siesta
y sin él.

Hay días que despiertan con el sol acariciando su frente,
con café para dos que se desayuna tarde.
Tardes con la postura exacta para vernos sonreír y respirarnos
durante horas,
hasta que se abre la noche
y saldamos la deuda de todo lo que no nos besamos a diario,
y recordamos cómo y cuándo nos encontramos sin buscarnos.
Y cómo hallarnos nos trazó este lienzo.

Para descubrir que su cuello esconde escalofríos,
que la palma de su mano puede dar paz en solo una caricia, 
y que un silencio suyo es capaz de decir todo lo que necesito escuchar.




Me gusta la parte en que sus dedos
llevan el ritmo de la perfección.





martes, 9 de diciembre de 2014

El día cualquiera



Me comiste la cabeza
mientras me agarrabas los labios,
y fue como soplar un diente de león
que cumple todos tus deseos;
y los míos, si cierro los ojos. 

Y la luz bajó su intensidad,
o fuiste tú
para enseñarme las constelaciones
que habías inventado,
porque el cielo estaba cerrado
aquella noche.
Aquella noche
la suerte 
vino desnuda,
clandestina,
con ganas de quedarse;
dibujando tu sonrisa con vistas al mar.

Y mis ojos 
pasaron a ser el balcón
para imaginar tempestades,
que pasen mientras morimos de risa
por las cosquillas de la punta de tus dedos
en la comisura de mis besos.




Fuente









miércoles, 19 de noviembre de 2014

Eco del primer susurro



Tostada, café y labios arrugados.
sobre la mesa
sus ganas de verla.

Palabras atoradas, que callan antes de salir;
lágrimas suicidas al ritmo de excusas
que anuncian besos quemados,
no dados, 
de labios perdidos.

Y todo fluye
con las yemas de tus dedos tocando la canción más bonita del mundo
sobre mi piel,
que llena de pecas
responde tímida entre suspiros.

Y tan pronto estás a dos centímetros de mí, 
como a medio,
o los centímetros dejan de existir.

Así estamos hoy, 
a punto de "deshacer el desamor"
en un sofá lleno de caricias;
contando los días que quedan 
para volver a besarnos la risa,
y abrazarnos los sueños
que juegan a cumplirse.

Cumpliendo los besos que quedan 
para jugar a abrazarnos 
y reírnos del miedo 
que susurra a la vida
y nos hace caer,
para así, no tener que levantarnos.



Lleó



Aún,
a veces,
 suena el eco del primer susurro.




Ilustración: Paula Bonet





martes, 21 de octubre de 2014

Eternos puntos suspensivos




Imagina un principio sin riesgo de precipicio,
un no tener que echar(te) de menos,
la caída en un sofá lleno de caricias y música de fondo,
una noche interminable
o un libro de poesía mientras te acarician los dedos de los pies.

Si cierras los ojos,
no muy fuerte,
podrás recordar el día en que la mirada se me empañaba de amor,
y macerabas mis labios en besos
mientras decidías soportar mis manías
y enseñarme tus pasiones. 

Intentamos guardar toda la energía
y cualquier recipiente era pequeño.
El universo nos propuso un pacto.
No dudamos en cerrar(lo); 
lo mismo con la puerta.
Tras ella la magia rompió todas las distancias
y mi nariz casi formaba parte de tu mejilla,
y tus sueños eran los míos,
y los míos eran tuyos
y así eternos puntos suspensivos.

Porque no había mañana, 
porque la noche era eterna,
y el precipicio ya no tiene riesgo;
se fue sin hacer demasiado ruido.




          Fuente


"Como cuando miras como si no lo hubieses hecho nunca."

Zahara



miércoles, 24 de septiembre de 2014

Ya no recuerdo qué estaba buscando


De pronto apareció ahí,
en el lugar que nunca enseñé a nadie
y fui vulnerable.

A veces no baja la persiana del todo,
y las mañanas le besan con luz a la altura de los ojos.
-Otras veces, solo te beso yo.-

Hace café, después de desayunar
y prepara tostadas,
y sonríe si le miro.

A veces le hablo de mí
y me responde con amor y otras palabras, que antes parecían complicadas.
Me busca las heridas para curarlas
con caricias llenas de otoño y deseo.

Hoy no me importa que el invierno quiera venir de golpe para quedarse,
puedo soñar-te.







Llueve,
pero es la primera vez que me dice
 que le gusta la manera en que sostengo
 la taza de café.









¡Feliz otoño!


lunes, 4 de agosto de 2014

Si sonríes



Es otoño en pleno agosto
y echo de menos las tormentas de verano,
las que hacen vibrar cada mueble de la habitación
y con un relámpago recorren cada rincón de tu casa,
como recorre mi cuerpo ese escalofrío que empieza al verte dormir la mañana de un domingo cualquiera,
y termina cuando al despertar por una caricia, me miras a los ojos.

Sigues mirando mientras susurras la mañana
y besas los buenos días;
días de domingo que toman un matiz diferente si sonríes
y tu sonrisa se vuelve locura en mí;
en mi vida que se hace verano si me esperas en la esquina,
sin esperar más que cariño;
y cariño, esta vez la suerte la tengo yo.






"Y cuando se despereza
y el mundo
y mis ganas despiertan con ella."