Tostada, café y labios arrugados.
sobre la mesa
sus ganas de verla.
Palabras atoradas, que callan antes de salir;
lágrimas suicidas al ritmo de excusas
que anuncian besos quemados,
no dados,
de labios perdidos.
Y todo fluye
con las yemas de tus dedos tocando la canción más bonita del mundo
sobre mi piel,
que llena de pecas
responde tímida entre suspiros.
Y tan pronto estás a dos centímetros de mí,
como a medio,
o los centímetros dejan de existir.
Así estamos hoy,
a punto de "deshacer el desamor"
en un sofá lleno de caricias;
contando los días que quedan
para volver a besarnos la risa,
y abrazarnos los sueños
que juegan a cumplirse.
Cumpliendo los besos que quedan
para jugar a abrazarnos
y reírnos del miedo
que susurra a la vida
y nos hace caer,
para así, no tener que levantarnos.
Lleó |
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